10 DISCOS DE BLUES QUE DEBES CONOCER


HISTORIA DEL BLUES


1920s y 1930s

La década de 1920 marca el comienzo de la era del blues grabado, una transformación que llevó este género desde las comunidades rurales del sur de Estados Unidos a un público nacional. Con la migración masiva del Gran Éxodo Rural, afroamericanos llevaron consigo el blues del Delta a ciudades más grandes como Chicago y Memphis, donde el género comenzó a ganar popularidad en registros comerciales.

Durante los años 20, figuras como Mamie Smith rompieron barreras con la grabación de "Crazy Blues", el primer disco de blues grabado por una artista afroamericana que vendió más de un millón de copias, abriendo la industria a futuras grabaciones de artistas de blues afroamericanos. Esto marcó el inicio de la era de los "race records", término utilizado en la industria musical para describir las grabaciones realizadas por y para afroamericanos. Artistas como Blind Lemon Jefferson, que emergió como una de las primeras estrellas del blues rural, y Ma Rainey, conocida como la "Madre del Blues", ayudaron a popularizar el género con sus poderosas voces y presencia escénica.

Los años 30 fueron testigos del desarrollo de distintos estilos regionales del blues. Mientras el Delta blues se caracterizaba por su cruda emotividad y uso de la guitarra slide, en Texas emergían figuras como Blind Willie Johnson, cuyo estilo incorporaba complejas técnicas de guitarra y elementos del gospel. En el este, el Piedmont blues utilizaba una técnica de "fingerpicking" que daba un sonido más ligero y bailable, representado por artistas como Blind Boy Fuller y Josh White.

Este periodo también fue crucial debido al impacto de la Gran Depresión. El blues se convirtió en una voz para la adversidad económica y social que enfrentaban los afroamericanos. Las letras a menudo reflejaban temas de desempleo, migración, y una dura realidad social, pero también ofrecían un escape a través de su rica emotividad y esperanza.

Además, el desarrollo tecnológico de la grabación influyó significativamente en la difusión del blues. La capacidad de grabar y distribuir música permitió que el blues llegara a una audiencia mucho más amplia, solidificando su lugar en el panorama musical estadounidense. Artistas como Robert Johnson, cuyas grabaciones de finales de los años 30 se convertirían en algunas de las más influyentes en la historia del blues y de la música popular, empezaron a dejar una marca que resonaría en innumerables músicos de las generaciones futuras.

Blind Boy Fuller

Josh White

Robert Johnson

1940s

La década de 1940 fue un período de transformación significativa para el blues, con el desarrollo del blues eléctrico y la emergencia de nuevos centros urbanos para el género. A medida que la Segunda Guerra Mundial llevaba a cambios socioeconómicos y demográficos en Estados Unidos, el blues también experimentaba su propia evolución, marcada por la electrificación de la música y la expansión de su influencia.

La migración continua de afroamericanos del Sur rural hacia las ciudades industriales del Norte, como Chicago, Detroit y Nueva York, trajo consigo el blues del Delta, que se adaptó a los entornos urbanos y bulliciosos. Músicos como Muddy Waters, quien llegó a Chicago a principios de la década de 1940, fueron pioneros en el uso de la amplificación eléctrica para sus guitarras. Esta electrificación permitió que la música se escuchara en los ruidosos clubes y bares de las ciudades, marcando el nacimiento del Chicago blues. Este estilo se caracterizaba por el uso de bandas eléctricas completas, incluyendo bajo, batería y, a menudo, piano y armónica, con figuras como Little Walter y Howlin' Wolf solidificando su popularidad.

Los juke joints y los clubes nocturnos jugaban un papel crucial en la vida social de las comunidades afroamericanas, y estos espacios se convirtieron en importantes centros culturales donde el blues eléctrico podía florecer. En estos lugares, el blues no solo servía como entretenimiento, sino también como un espacio para la comunidad para reunirse y compartir experiencias comunes.

La tecnología de grabación mejorada también jugó un papel importante en la década de 1940. Artistas como John Lee Hooker grabaron éxitos que demostraron la capacidad del blues eléctrico para alcanzar a una audiencia más amplia a través de discos. La grabación de "Boogie Chillen" de Hooker en 1948 se convirtió en un éxito masivo, mostrando el poderoso atractivo del blues eléctrico.

Además, el blues de la década de 1940 influenció directamente el desarrollo de otros géneros musicales, especialmente el rhythm and blues y, eventualmente, el rock and roll. El rhythm and blues, que incorporaba elementos del jazz y el blues, comenzó a emerger como un género distinto, con artistas como Louis Jordan capturando la imaginación del público americano. La música de Jordan y otros ayudó a tender un puente entre el swing y el rock and roll de las décadas siguientes.

El blues de los años 40 también reflejaba las tensiones y los desafíos sociales de la época, especialmente en relación con las cuestiones de raza y la lucha por los derechos civiles. Las letras a menudo incorporaban temas de injusticia social, lucha económica y la búsqueda de una vida mejor, resonando profundamente con las experiencias de la audiencia afroamericana durante y después de la guerra.

Little Walter

John Lee Hooker

Muddy Waters

1950s

La década de 1950 fue un periodo crucial para el blues, marcando su consolidación como una influencia dominante en la música popular americana y allanando el camino para el nacimiento del rock and roll. Este fue un tiempo de evolución estilística, expansión geográfica y creciente aceptación del blues en el panorama musical general.

Durante los años 50, el blues eléctrico de Chicago alcanzó su apogeo con artistas como Muddy Waters, Howlin' Wolf, y Willie Dixon. Estos músicos, utilizando la electricidad para amplificar sus guitarras y armónicas, crearon un sonido poderoso y crudo que se convirtió en sinónimo del blues de posguerra. Muddy Waters, en particular, con éxitos como "Hoochie Coochie Man" y "Mannish Boy", definió el estilo con su poderosa voz y su presencia magnética. Howlin' Wolf, con su voz ronca y sus actuaciones intensas, también dejó una marca indeleble en el género.

La década de 1950 también vio el surgimiento de sellos discográficos independientes como Chess, Sun y Atlantic, que fueron fundamentales para capturar y difundir el sonido del blues eléctrico. Estos sellos no solo proporcionaron una plataforma para que los músicos de blues grabaran y distribuyeran su música, sino que también ayudaron a introducir el blues a una audiencia más amplia y diversa. En Memphis, Sun Records, dirigido por Sam Phillips, jugó un papel crucial en la evolución del blues al rockabilly y el rock and roll, grabando artistas como B.B. King y Howlin' Wolf antes de trabajar con Elvis Presley.

El impacto del blues en la formación del rock and roll no puede subestimarse. Artistas de blues como Chuck Berry y Bo Diddley adaptaron el ritmo y la estructura del blues para crear algunos de los primeros grandes éxitos del rock. Chuck Berry, en particular, con su enfoque lírico narrativo y su estilo de guitarra distintivo, es a menudo citado como uno de los pioneros del rock and roll. Su música, que combinaba el blues con un atractivo crossover pop, hizo del rock and roll un fenómeno juvenil.

A medida que el blues influía en el rock and roll, también comenzó a alcanzar a audiencias internacionales. Artistas británicos jóvenes comenzaron a descubrir y absorber el blues americano, sentando las bases para la explosión del blues británico en la década siguiente. Figuras como Muddy Waters y Sonny Boy Williamson realizaron giras por Europa, donde su música fue recibida con entusiasmo, influyendo a futuros íconos del rock como The Rolling Stones y Eric Clapton.

Además, los años 50 vieron una mayor experimentación y diversificación dentro del género blues. Artistas como Ray Charles y James Brown comenzaron a fusionar el blues con gospel y elementos de jazz para crear el soul y el funk, géneros que posteriormente tendrían un impacto profundo en la música popular.

B.B. King

Ray Charles

Willie Dixon

1960s

La década de 1960 fue un período de revolución cultural y musical en el que el blues experimentó una transformación significativa y una revalorización global. Esta era marcó el resurgimiento del interés por el blues tradicional y su fusión con otras formas musicales, lo que llevó a la expansión de su influencia en el rock, el soul y el pop.

A principios de los años 60, hubo un creciente interés en las raíces del blues, particularmente entre los jóvenes blancos, tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido. Este renacimiento fue impulsado en parte por figuras clave como Paul Butterfield y John Mayall, quienes se dedicaron a revivir y promover el blues tradicional. En 1965, el Newport Folk Festival destacó al blues en su programación, presentando a artistas como Son House y Skip James, cuyas carreras fueron revitalizadas por el nuevo interés en su música.

La invasión británica trajo consigo una ola de bandas de rock influenciadas profundamente por el blues americano. Grupos como The Rolling Stones, The Yardbirds y The Animals se inspiraron en los sonidos de Muddy Waters, Howlin' Wolf, y Bo Diddley, adaptándolos al contexto del rock británico. Estas bandas no solo reintrodujeron el blues en Estados Unidos con un nuevo giro, sino que también ayudaron a popularizarlo entre las audiencias jóvenes de todo el mundo.

A medida que avanzaba la década, artistas como Jimi Hendrix, Janis Joplin, y Eric Clapton llevaron el blues a nuevas direcciones, fusionándolo con el rock psicodélico y la experimentación eléctrica. Hendrix, en particular, revolucionó la guitarra eléctrica con su enfoque innovador, que mezclaba el blues con elementos de rock, jazz, y música funk. Por su parte, Clapton, a través de bandas como Cream y luego con Derek and the Dominos, exploró profundas improvisaciones basadas en el blues, que resonaron profundamente en la contracultura de la época.

El blues de los años 60 también reflejaba y respondía a los movimientos sociales de la época, especialmente el movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos. Canciones como "The Thrill is Gone" de B.B. King, aunque introspectivas y personales en la superficie, también podían interpretarse como reflejos del cambio y la desilusión social. Además, artistas como Nina Simone, quien aunque es más conocida por su contribución al jazz y el soul, utilizó el blues como una forma de protesta política y expresión emocional.

El impacto del blues en la década de 1960 fue profundo. No solo alimentó el desarrollo de la música popular y rock que dominó las listas de éxitos en todo el mundo, sino que también ayudó a cimentar el blues como un género fundamental en la historia de la música. Las innovaciones y la exploración musical de esta década continuaron influenciando a generaciones de músicos en diversas disciplinas y géneros.

Skip James

Bo Diddley

Jimi Hendrix

1970s

La década de 1970 fue un periodo de expansión y experimentación para el blues, influenciado por el auge del rock psicodélico, el funk y el soul. Durante estos años, el blues no solo mantuvo su vitalidad como género independiente, sino que también influyó profundamente en otros géneros musicales, contribuyendo al desarrollo del rock, el soul, y el funk.

Los años 70 vieron la consolidación del blues rock como un género popular y comercialmente exitoso. Artistas como Led Zeppelin, The Rolling Stones y Eric Clapton, que habían sido influenciados por el blues en la década anterior, ahora estaban en la cima de sus carreras, integrando elementos del blues en sus estilos de rock. Canciones como "Since I've Been Loving You" de Led Zeppelin y "Layla" de Derek and the Dominos ejemplifican cómo el blues seguía siendo una influencia esencial en la música rock. Estos artistas ayudaron a llevar el blues a audiencias globales, mostrando su versatilidad y profundidad emocional.

Al mismo tiempo, artistas de blues más tradicionales como B.B. King, Muddy Waters y John Lee Hooker continuaron sus carreras con éxito renovado. B.B. King, en particular, disfrutó de un renacimiento en popularidad con álbumes como "Live in Cook County Jail", que no solo revitalizó su carrera sino que también introdujo el blues a una nueva generación de oyentes. Muddy Waters colaboró con músicos de rock como Johnny Winter, lo que resultó en álbumes aclamados como "Hard Again" que celebraban las raíces del blues mientras alcanzaban un público más amplio.

La fusión musical se convirtió en una característica distintiva de los años 70, con artistas mezclando blues con una variedad de géneros. La música de George Thorogood, por ejemplo, mezclaba el blues con el rock and roll, creando un estilo enérgico que era accesible y atractivo para las audiencias de rock. Artistas como Stevie Ray Vaughan comenzaron a emerger hacia finales de la década, señalando una nueva era del blues que combinaba tradición y modernidad de maneras innovadoras.

Durante los años 70, el blues también jugó un papel en el comentario social y político, reflejando los cambios y las tensiones de la época. La música de Gil Scott-Heron, aunque más cercana al soul y al jazz, incorporaba la estructura narrativa y la emotividad del blues para abordar temas de justicia social y resistencia. Esto subraya cómo el blues se mantuvo relevante como una forma de expresión artística y crítica social, adaptándose a los tiempos mientras mantenía su esencia emocional y cultural.

Además, la década de 1970 vio cómo el blues influía en músicos fuera de los Estados Unidos, especialmente en África y Europa, donde artistas como Ali Farka Touré en Mali demostraron las conexiones profundas entre el blues africano y el americano. Esto no solo subrayó la universalidad del blues, sino que también ayudó a establecer un diálogo musical global que enriqueció el género.

Stevie Ray Vaughan

Gil Scott-Heron

Led Zeppelin

1980s

La década de 1980 fue un periodo de revitalización para el blues, marcado por la aparición de nuevos talentos y el resurgimiento de leyendas veteranas. Durante estos años, el blues experimentó un renacimiento que lo solidificó aún más en la música popular, atrayendo tanto a audiencias jóvenes como a antiguas con un renovado vigor y una nueva perspectiva.

Este renacimiento fue en parte impulsado por el creciente interés en las raíces de la música popular americana, especialmente entre los aficionados más jóvenes que buscaban autenticidad y profundidad en la música. La popularidad del blues en los años 80 también se vio reforzada por el impacto de festivales de blues, documentales y programas educativos que exploraban y celebraban la historia y la influencia del género.

Stevie Ray Vaughan emergió como una figura emblemática durante esta década, reviviendo el interés por el blues con su impresionante técnica de guitarra y su energía en el escenario. Con álbumes como Texas Flood y Couldn’t Stand the Weather, Vaughan combinó el blues tradicional con elementos de rock, creando un sonido que resonó con una audiencia amplia y diversa. Su éxito ayudó a abrir puertas para otros artistas de blues y reafirmó la relevancia del género en la música contemporánea.

Además de Vaughan, otros artistas de blues como Robert Cray ayudaron a modernizar el género mezclándolo con elementos de rock, pop, y soul. Cray, con su álbum Strong Persuader, ofreció una versión más suave y accesible del blues que apelaba tanto a los puristas como a los nuevos oyentes. Su enfoque lírico y su estilo de guitarra elegante fueron cruciales para la popularización del blues contemporáneo.

Las leyendas del blues también experimentaron un resurgimiento en sus carreras durante los años 80. Artistas como B.B. King, John Lee Hooker y Albert Collins disfrutaron de una popularidad renovada, tanto en giras como en ventas de discos. B.B. King, en particular, se benefició de colaboraciones con artistas de otros géneros, lo que ayudó a introducir su música a audiencias que tal vez no se hubieran acercado al blues de otra manera.

El blues en los años 80 también se caracterizó por una mayor globalización del género. La música de blues no solo continuó influenciando a músicos de todo el mundo, sino que también artistas de países fuera de los Estados Unidos empezaron a hacer contribuciones significativas al género. Este intercambio cultural enriqueció el blues, demostrando su universalidad y adaptabilidad.

La década también vio la institucionalización del reconocimiento del blues a través de la creación del Blues Foundation’s Hall of Fame en 1980 y los premios W.C. Handy (ahora conocidos como los Blues Music Awards) que reconocen a los mejores músicos de blues cada año. Estos desarrollos ayudaron a asegurar que los artistas de blues recibieran el reconocimiento que merecen y que el género continuara prosperando.

Albert Collins

Robert Cray & Stevie Ray Vaughan

B.B. King

1990s

Durante la década de 1990, el blues continuó evolucionando y adaptándose a la cambiante escena musical, marcada por una diversificación de estilos y el surgimiento de nuevos talentos que llevaron el género a nuevas direcciones. Este periodo también fue testigo de un renovado interés en el blues tradicional, mientras que las innovaciones en la tecnología musical y de grabación permitieron exploraciones más ricas y variadas.

La década de los 90 vio la emergencia de artistas como Kenny Wayne Shepherd y Jonny Lang, guitarristas jóvenes que revitalizaron el blues con su enfoque juvenil y enérgico. Estos artistas atrajeron a una nueva generación de aficionados al blues con su habilidad para fusionar el blues tradicional con sensibilidades del rock moderno. Además, Keb' Mo' emergió como una figura influyente en el renacimiento del Delta blues, combinando el estilo tradicional con letras contemporáneas y elementos de folk y rock.

Los años 90 también fueron una era de revalorización de las grabaciones clásicas de blues. Con el lanzamiento de series de recopilación como "The Complete Chess Recordings" y "The Complete Recordings" de Robert Johnson, una nueva audiencia pudo experimentar la profundidad y el poder del blues histórico. Estas reediciones no solo aumentaron la apreciación por los pioneros del blues sino que también aseguraron que su música continuara influyendo en futuros músicos.

El crecimiento de festivales de blues en todo el mundo también fue notable durante los años 90. Eventos como el Chicago Blues Festival y el King Biscuit Blues Festival en Arkansas se convirtieron en importantes celebraciones anuales que destacaron tanto a artistas establecidos como emergentes. Además, instituciones educativas comenzaron a ofrecer programas dedicados al estudio del blues, subrayando su importancia cultural y musical.

Artistas como Taj Mahal y Corey Harris exploraron las conexiones entre el blues y la música mundial, incorporando influencias de reggae, música africana y caribeña. Esta apertura a diferentes culturas y sonidos ayudó a mantener el blues vibrante y relevante en un mundo musical cada vez más globalizado.

En los años 90, el blues también continuó influyendo en otros géneros musicales. En el hip-hop, artistas como Public Enemy y Tupac Shakur samplearon ritmos de blues y jazz, mientras que en el rock, bandas como The White Stripes y The Black Keys integraron elementos de blues en su música, demostrando la continua relevancia del género.

La década concluyó con un reconocimiento institucional más formal del blues a través de premios y reconocimientos. En 1990, la Grammy categoría de Mejor Álbum de Blues Tradicional fue introducida, lo que ayudó a aumentar el reconocimiento de los artistas de blues y a garantizar que los músicos recibieran el crédito que merecen.

Joe Bonamassa

Jonny Lang

Kenny Wayne Shepherd

The Black Keys

2000s y 2010s

La entrada del nuevo milenio marcó una etapa de continua evolución y expansión para el blues, destacando su influencia perdurable en la música y su capacidad de adaptarse y resonar en un contexto cultural en constante cambio. Durante este periodo, el blues ha mantenido su relevancia a través de la innovación, la educación y una presencia creciente en medios digitales.

En los años 2000, el blues ha seguido evolucionando, incorporando influencias de otros géneros y explorando nuevas formas musicales. Artistas como Gary Clark Jr. y Joe Bonamassa han sido fundamentales en esta evolución, mezclando blues con rock, soul y elementos de música contemporánea para crear un sonido que apela tanto a los puristas del blues como a nuevos oyentes. Por otro lado, artistas como Shemekia Copeland y Susan Tedeschi han llevado la perspectiva de las mujeres al frente del género, enriqueciendo el blues con su poderoso enfoque vocal y lírico.

La digitalización de la música ha tenido un impacto profundo en la difusión del blues. Plataformas de streaming y redes sociales han permitido a los artistas de blues llegar a una audiencia global sin precedentes. Esto no solo ha facilitado una mayor visibilidad para los artistas emergentes sino que también ha revitalizado el interés en leyendas del blues, cuyas obras ahora están accesibles a cualquier persona con conexión a internet.

La educación ha jugado un papel crucial en mantener vivo el legado del blues. Instituciones como el Delta Blues Museum y programas en universidades y colegios ofrecen cursos sobre la historia del blues y su técnica, asegurando que nuevas generaciones comprendan y aprecien este género. Además, programas educativos orientados a jóvenes músicos han ayudado a fomentar un nuevo grupo de artistas de blues, manteniendo vivo el género.

Los festivales de blues han seguido siendo eventos importantes en el calendario cultural de muchas ciudades alrededor del mundo. Festivales como el Chicago Blues Festival y el Montreux Jazz Festival, que incluye importantes actuaciones de blues, no solo celebran la música sino que también actúan como puntos de encuentro para la comunidad de blues global. Estos eventos ofrecen una plataforma para que los artistas muestren su talento y para que los aficionados del blues de todas las edades y antecedentes se reúnan en celebración.

La influencia del blues continúa sintiéndose en una amplia gama de géneros musicales, desde el rock y el pop hasta el hip-hop y el country. Artistas de diversos géneros frecuentemente citan al blues como una influencia clave, demostrando su impacto duradero en la música popular. Además, la fusión del blues con otros estilos musicales sigue siendo una tendencia popular, lo que contribuye a la constante renovación y relevancia del género.

Derek Trucks

Susan Tedeschi

John Mayer

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